Actividad 6
Lectura panorámica
Titulo
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Apología
de la pereza
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Autor
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Robert
Louis Stevenson
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Extensión
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3
paginas
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Estructura
externa
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Prosa
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Editorial
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México:
FCE, 2008.
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Subtítulos
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La
vida inerte
Una
especie de coma
El
arte de vivir
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Tipografía
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Helvética
tamaño normal
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Nombres
propios
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Johnson
James
Matthew Barrie
Agatha
Christie
Sainte
Beuve
Alejandro
Shalott
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Gráficos
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3
imágenes representando la pereza
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Cuestionario
de lectura analítica
¿El autor es experto en el tema? Si porque cuenta con
respaldo de información por la cual se da a conocer por confianza
¿El lugar donde se ha publicado el texto es prestigioso
en el ámbito académico?
Si, pues es una fuente de investigación segura y
confiable de igual manera menciona información creíble
¿El tema y el texto en si son actuales?
No, porque se ha conocido a través del tiempo y la fecha
de publicación es de hace años muy aparte de los comentarios o criterios de los
antecesores, haciendo un paréntesis en la publicación de el
¿El autor se apoya en otras fuentes, la cita y referencia
debidamente? Si en el discurso debido que si es confiable pues si no el autor
no la daría a conocer al público
Subrayado de ideas principales
Apología
de la pereza
Robert Louis Stevenson
¿Es tan mala la pereza? ¿Quién decide si una persona es
productiva o no? ¿Un salón de clases la única vía de enseñanza o también
Se sabe que, debido a su débil constitución física,
Stevenson pasó mucho tiempo recluido en su casa, o encamado, escribiendo. Quizá
a ello se deba su idea de la pereza como una perspectiva vital distinta a la
industriosidad de su época —de ahí esta apología, «discurso en defensa de
alguien o algo»—, de cuya exposición publicamos un fragmento.1 Tomado de:
Robert Louis Stevenson, Memoria para el olvido, México: FCE, 2008.
Boswell:
Nos cansamos cuando no
hacemos nada. Johnson: Eso sucede, señor, porque como los demás están
atareados, queremos compañía; pero si no hiciéramos nada, nadie se cansaría: nos
entretendríamos los unos a los otros.
Precisamente ahora, cuando todo
el mundo está obligado, so pena de
ser condenados por un delito
de lesa respetabilidad, a ingresar
en alguna profesión lucrativa, y a ejercerla con auténtico entusiasmo,
una exclamación del partido opuesto, de quienes están satisfechos cuando tienen
bastante y les gusta contemplar y disfrutar del tiempo, adquiere cierto tono
bravucón y de fanfarronería.
Pero no debería ser así. La mal llamada pereza, que no
consiste en «no hacer nada»,
sino en hacer muchas cosas no reconocidas en los formularios dogmáticos
de la clase dirigente, tiene tanto derecho a hacerse valer como la
laboriosidad.
La vida inerte
Se suele considerar que la existencia de personas que
se niegan a participar en esa gran carrera de obstáculos por unas
cuantas monedas de seis peniques representa tanto un insulto
como una decepción para los que sí lo hacen.
Un tipo cabal —de los que tanto abundan— toma
su decisión, vota por los seis peniques, y, por emplear el enérgico
americanismo, va «saco» por ellos. Y mientras él está arando esforzadamente el
camino,
no
es difícil entender su resentimiento cuando ve personas descansando en los
prados de los márgenes, tumbados con un pañuelo en la cabeza y un vaso junto al
codo. La indiferencia de Diógenes ofende en un sitio muy delicado a Alejandro.
Para aquellos turbulentos bárbaros, ¿en qué quedaba la
gloria de haber conquistado Roma, cuando irrumpieron en el Senado y se
encontraron a los Padres sentados en silencio e insensibles a su triunfo?
Resulta molesto
esforzarse y escalar las cimas difíciles y, al terminar, ver que la humanidad
se queda impasible ante tu logro. De ahí que los físicos
condenen lo
que
no es físico, que los economistas sólo toleren superficialmente a los que saben
poco de acciones, que la gente de letras desprecie a los iletrados, y que las
personas con un oficio se unan para denostar a los que no tienen ninguno.
[…] Los
libros tienen su valor, pero son un sustitutivo de la vida completamente
inerte. Es una pena quedarse sentado como la dama de Shalott, mirando un
espejo, de espaldas a todo el bullicio y el atractivo de la realidad. […] En mi
caso, asistí a muchas clases en aquellos tiempos. Aún recuerdo que el giro de
la peonza es un ejemplo de estabilidad cinética. Aún recuerdo que la enfiteusis
no es una enfermedad, ni el estilicidio un crimen. Pero, aunque no quiero
olvidar esos retazos de ciencia, no les doy el mismo valor que otras cosillas
que aprendí al aire libre, mientras hacia novillos (irse de pinta). […]
Basta decir lo siguiente: si un muchacho no aprende
en la calle es porque no tiene
capacidad para aprender. […] Puede lanzarse contra una mata de lilas
junto a un arroyo, y fumar innumerables pipas al son del agua en las piedras.
Un pájaro canta en el matorral. Y puede que allí tenga ideas amables y vea las
cosas bajo una nueva perspectiva. Vaya, si esto no es educación, ¿en qué
consiste ésta entonces?
El arte de vivir
Ahora bien, la del sabio hombre del mundo es la opinión
más extendida. […] Sainte Beuve, a medida que fue cumpliendo años, consideraba que toda la
experiencia era como un único y gran libro, que podemos estudiar algunos años
antes de irnos de este mundo, y le parecía que daba igual leer el capítulo xx,
que es el cálculo diferencial, o el capítulo xxxix, que es oír a la banda
tocando en el parque. […] Mientras otros llenan su memoria con un batiburrillo
de palabras, la mitad de las cuales olvidarán al término de esa semana, el que
hace novillos puede aprender algún arte sumamente útil: a tocar el violín, a
distinguir un buen puro, o a hablar con desenvoltura y tino con toda clase de
personas.
«No creo que la necesidad sea la madre de la invención. La invención… proviene
directamente de la ociosidad; posiblemente también la pereza: para
ahorrarse el problema», Agatha Christie.
Muchos que «se han aplicado con diligencia en su libro»,
y lo saben todo sobre una rama u otra del
saber establecido, salen de la sala de estudio con un
aspecto antiguo y de búho, y resultan secos, burdos e indigestos en las mejores
y más luminosas partes de la existencia. Muchos amasan una gran fortuna y siguen siendo groseros y
ridículamente estúpidos hasta el final. Mientras tanto, ahí está el
perezoso, que empezó a vivir a la par que ellos, una imagen distinta.
Ha tenido tiempo para cuidar su salud y su ánimo; ha estado mucho al aire libre,
que es lo más saludable para el cuerpo y la mente; y, aunque nunca haya
leído pasajes escondidos del Gran Libro, le ha echado un vistazo y lo ha leído
en diagonal con gran
provecho. ¿No podría sacrificar
el
estudiante algunas raíces hebreas, y el hombre de negocios algunas medias
coronas, a cambio de una parte del conocimiento que tiene el perezoso de la
vida en general, y del Arte de Vivir?
Una especie de coma
[…] Estar extremadamente ocupado, ya sea en el
colegio o la universidad, en
la iglesia o el mercado,
es
síntoma de una vitalidad
deficiente, y la facultad
de la pereza implica unos gustos amplios y variados
y un fuerte sentido de la
identidad personal. Existe
una
clase de personas muertas en vida, vulgares, que apenas son conscientes de
estar vivos si no ejercen alguna ocupación convencional. […]
No tienen ninguna curiosidad, no pueden entregarse a
estímulos azarosos, no disfrutan con el ejercicio de sus
facultades por el mero
placer de
hacerlo y, a no ser que la Necesidad
la
emprenda a palos con ellos,
incluso
se quedarán quietos. Es
inútil hablar con gente así: no pueden
estar sin hacer nada, su naturaleza
carece de la generosidad necesaria;
y las horas que no dedican
al furioso
trabajo
en el molino de oro las pasan
en
una especie de coma. […] Como
si
el alma de un hombre no fuese ya
suficientemente
pequeña de por sí,
han
menguado y reducido la suya
con
toda una vida de trabajo sin
distracciones; hasta que llegan a los 40, con la atención muerta, una mente
vacía de cualquier fuente de diversión, y sin una idea que entre en contacto
con otra, mientras esperan el tren. […]
«Nada es realmente
un trabajo, hasta el momento en que preferirías estar haciendo otra cosa»,
James Matthew Barrie
Pero no sólo es él la víctima de sus atareadas
costumbres, sino también su mujer e hijos, sus amigos y parientes, e incluso
las personas con las que se sienta en el vagón de un tren o en un autobús. La devoción perpetua hacia lo
que un hombre llama su negocio sólo se puede obtener mediante una desatención
perpetua de muchas otras cosas. […]
No cabe duda
de que dependes en gran medida de las
atenciones de tu abogado y de tu agente de Bolsa, de los guardias y
guardavías que te llevan rápidamente de un sitio a otro, y de los policías que
patrullan las calles para protegerte; pero ¿acaso no hay un pensamiento de
gratitud en tu corazón para otros benefactores que te hacen sonreír cuando te
cruzas con ellos, o que aderezan tu cena con una buena compañía? […]
Resumen
Principalmente la lectura da a como es la pereza pues se
cree que es la persona que no hace nada, en cambio se trata de lo que haces sin
ser reconocido por ello, ahora se es obligado a una profesión por lo cual debe
hacerse con entusiasmo. Hay otros que estudian porque les gusta y lo toman como
mejor forma de disfrutar su tiempo así tendrán derecho a hacerse valer, se
llega a considerar que se niega a la
participación por recibir una monedas para algunos es una decepción exponerse
para otros es una forma de aprender a trabajar por si solos, el estar ocupado
es un gran síntoma de vitalidad así mejora su ánimo cuerpo y mente, de
igualmente hay personas que parecen muertas en vida pues no hace nada de lo que
les atrae carecen de generosidad necesaria que prefieren no hacer nada como si
la vida acaba de un día a otro, nada se define como trabajo hasta que prefieres
hacer otra cosa y lo que ocasiona que estas atareado como lo son los hijos y
esposa hace que tenga una gran desatención por lo contrario deberías tener toda
la atención a todos les resulta moles hacer cosas esforzarse terminar y que los
demás no se den cuenta de tu logro, se considera que el mejor libro es la
experiencia pues tendrás más conocimientos de los brindados los demás son groseros
vulgares mientras que el perezoso es toda una imagen diferente a ellos.

Cuestionario
de lectura critica
¿Qué objetivos tendrías al leer el texto? Conocer el
punto de vista de la persona e información más de la proporcionada por la
misma.
¿Cuál es la idea central? Conocer en si el término de la
pereza pues no es lo que se cree solo se relaciona y aprender cómo se aplica ante la sociedad
¿Cómo desarrolla la información el autor?
Principalmente hace
contestaciones a preguntas, la persona da su punto de vista los subtemas so
dando seguimiento a la respuesta como lo es La vida inerte, el arte de vivir,
una especie de coma y concluye nombrando la devoción del trabajo.
Galán Marcelino Dulce Maria #16
Rivera Gonzalez Karla Daniela #38 https://riveragonzalezkarladanielano38.blogspot.com/?m=1
Galán Marcelino Dulce Maria #16
Rivera Gonzalez Karla Daniela #38 https://riveragonzalezkarladanielano38.blogspot.com/?m=1
Postura del lector: Hace buena referencia a las
ideologías al tema de la pereza, lo importante es porque escogió ese tema y no
otro, quizá para quitar a los demás de sus creencias, es una gran disciplina
que la mayoría de veces la desarrollan más los psicólogos, la persona habla con
una gran seguridad que nos emplea confianza a todos los lectores del mismo modo
poniendo más visibles las oraciones para un mejor entendimiento y finalizando
un subtema con oraciones enlazando al siguiente tema
Argumento: Estoy a favor de lo que se da en el texto pues
uno se esfuerza por lo que hace para que otros no lo tomen en cuenta y lo hagan
a un lado, es mejor hacer lo posible para
salir de tu círculo social, para conocer más a fondo las cosas lo bueno de la
información es que saca a todos de sus creencias hacia la pereza como creían
que era su significado. La pereza es una gran iniciante para mejorar en todos
los aspectos.
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